Cacique Mariche, según el historiador José de Oviedo y Baños, en 1569 los alcaldes ordinarios de Caracas, Pedro Ponce de León y Martín Fernández de Antequera, lo condenaron a morir por empalamiento junto con otros 23 caciques acusados de propiciar la rebelión contra el dominio español, después de la desaparición de Guaicaipuro. Chicuramay se salvó de morir porque el indio Cuairicurián se presentó antes de empezar el suplicio indicando que el verdadero Chicuramay era él y no la persona que tenían detenida. Fue así como Chicuramay salvó su vida. Cuando Chicuramay recibió la noticia que estaba libre nunca se imaginó el precio que pagó Cuairicurián por esa libertad. Tembló de ira al saber la verdad y averiguó quién le había dado muerte. Supo que el empalador era un tal Portolés, asistente de Antequera. Le veló el claro y le dio muerte.
Fuente: Horacio Biord Castillo, 1997. Diccionario de Historia de Venezuela Tomo I. Fundación Polar.
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