Nació en la región de Tácata, lo describen como atlético, alto y de gran resistencia, astuto e inteligente.
Yoraco en la etimología indígena tiene una connotación de zorro o diablo. Zorro por la astucia, habilidad, y diablo porque posee poderes sobrenaturales o divinos que lo protegen en cualquier adversidad. Características prevalecientes en el cacique.
Se dice que Yoraco cuando era joven, vio desde las montañas camino a visitar a sus parientes, los Quiriquires, la llegada de las embarcaciones españolas, con sus hombres, productos y armas. Desde ese momento sintió que estaban siendo invadidos y que debía luchar por evitarlo.
Yoraco comenzó a formarse para el liderazgo. Volvió a Tácata y allí fue protegido y educado por los piaches.
Combatió ferozmente al agresor español. Su objetivo era expulsar a los invasores. Creció su fama de hombre valiente, amparado por el poder sobrenatural que le dieron los piaches. Se supo que tenía un amuleto, especialmente ensalmado para él, que lo protegía de todos los males y peligros.
Se convirtió en un verdadero peligro para los españoles, por eso le enviaron a Juan Rodríguez Suárez para vencerlo, con 200 hombres bien armados y un pelotón de caballería. Yoraco lo esperó en su territorio, la batalla fue dura, sin reglas, sin descanso. Un día ganaba Yoraco y el otro le tocaba la victoria a Rodríguez. Cuando llevaban varios días de enfrentamiento, decidieron los dos líderes resolver la contienda ellos mismos.
La pelea comenzó una mañana de 1561, la lucha fue agotadora hasta que decidieron estrecharse las manos en señal de mutuo respeto y admiración, y luego cada bando se retiró a su respectivo cuartel.
Yoraco, enfrentó nuevamente a Rodríguez Suárez y en el combate murió atravesado por la lanza de un soldado ibérico. Cuenta la historia que Rodríguez Suárez se inclinó ante su adversario. Escudriñó la vestidura buscando el tan sonado amuleto, pero no encontró nada. Ordenó a su hueste que registraran el campo donde se habían enfrentado los dos guerreros, pero tampoco encontraron nada. El amuleto absorbió también los poderes sobrenaturales y mágicos de su dueño, quien podía desaparecer cuantas veces se lo propusiera.
Yoraco en la etimología indígena tiene una connotación de zorro o diablo. Zorro por la astucia, habilidad, y diablo porque posee poderes sobrenaturales o divinos que lo protegen en cualquier adversidad. Características prevalecientes en el cacique.
Se dice que Yoraco cuando era joven, vio desde las montañas camino a visitar a sus parientes, los Quiriquires, la llegada de las embarcaciones españolas, con sus hombres, productos y armas. Desde ese momento sintió que estaban siendo invadidos y que debía luchar por evitarlo.
Yoraco comenzó a formarse para el liderazgo. Volvió a Tácata y allí fue protegido y educado por los piaches.
Combatió ferozmente al agresor español. Su objetivo era expulsar a los invasores. Creció su fama de hombre valiente, amparado por el poder sobrenatural que le dieron los piaches. Se supo que tenía un amuleto, especialmente ensalmado para él, que lo protegía de todos los males y peligros.
Se convirtió en un verdadero peligro para los españoles, por eso le enviaron a Juan Rodríguez Suárez para vencerlo, con 200 hombres bien armados y un pelotón de caballería. Yoraco lo esperó en su territorio, la batalla fue dura, sin reglas, sin descanso. Un día ganaba Yoraco y el otro le tocaba la victoria a Rodríguez. Cuando llevaban varios días de enfrentamiento, decidieron los dos líderes resolver la contienda ellos mismos.
La pelea comenzó una mañana de 1561, la lucha fue agotadora hasta que decidieron estrecharse las manos en señal de mutuo respeto y admiración, y luego cada bando se retiró a su respectivo cuartel.
Yoraco, enfrentó nuevamente a Rodríguez Suárez y en el combate murió atravesado por la lanza de un soldado ibérico. Cuenta la historia que Rodríguez Suárez se inclinó ante su adversario. Escudriñó la vestidura buscando el tan sonado amuleto, pero no encontró nada. Ordenó a su hueste que registraran el campo donde se habían enfrentado los dos guerreros, pero tampoco encontraron nada. El amuleto absorbió también los poderes sobrenaturales y mágicos de su dueño, quien podía desaparecer cuantas veces se lo propusiera.
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