Fue un médico y científico venezolano, solidario con los más necesitados, considerado en Venezuela y muchos países de Latinoamérica un santo a pesar de no estar beatificado por la Iglesia Católica.
José Gregorio Hernández Cisneros nació en Isnotú, en el estado Trujillo, siendo el primero de seis hermanos, hijo de Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla, de ascendencia colombiana y española respectivamente. Su infancia trascurrió en su pueblo natal, la familia gozaba de de una posición económica elevada para la época, siendo dueños de un comercio en la localidad.
A los 13 años de edad, José Gregorio convencido por su padre decide estudiar medicina, lo que lo lleva a trasladarse a la ciudad de Caracas, para realizar sus estudios de bachillerato. Estudia en uno de los colegios más prestigiosos, en el Colegio Villegas, dirigido por Guillermo Tell Villegas. Pasando su estadía dentro de las mismas instalaciones del colegio, lo que conllevó a crear lazos de amistad con el director y su esposa.
Ingresa en la Universidad Central en 1884, donde obtiene el título de Médico el 28 de junio de 1888, luego de graduarse, el Gobierno de Venezuela le otorga una beca que le permite viajar a París, a los fines de profundizar su conocimiento en áreas más aplicadas de la medicina. Fue así como José Gregorio Hernández profundiza sus conocimientos en las áreas de: Microbiología, Histología Normal, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental.
Hernández al culminar sus estudios regresa a Venezuela, para ingresar como profesor en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, de su viaje aprovecho para traer valiosos equipos médicos al Hospital Vargas. Fue él quien introdujo el microscopio en Venezuela por primera vez.
Dicta las cátedras de Histología Normal y Patología, Fisiología Experimental y Bacteriología. Su cátedra más importante fue la de Bacteriología. Además, fue nombrado director del Laboratorio Nacional, haciendo de éste una copia exacta de la Escuela de Medicina de la Universidad de París.
José Gregorio Hernández, fue profesor desde 1891 hasta 1916. Entre las publicaciones científicas se encuentran "Elementos de Bacteriología" (1906), "Sobre la Angina de Pecho de Naturaleza Palúdica" y en 1912 publica "Elementos de Filosofía".
José Gregorio era un ferviente creyente del catolicismo, por lo cual de creer haber cumplido para con su familia, la ciencia y su país, decidió avocarse a la vida religiosa, en el año 1907. Se embarcó rumbo a Italia con la intención de ser monje de clausura y así dedicarse sólo a Dios en la oración. En 1908 entró en la Cartuja de Farneta tomando el nombre de Hermano Marcelo. Pero nueve (09) meses después de su ingreso, se enferma de tal manera que el Padre Superior ordena regresar a Venezuela para recuperarse.
Llega a Caracas en abril de 1909 y ese mismo mes recibe permiso para ingresar en el Seminario "Santa Rosa de Lima". Sin embargo sigue anhelando la vida radical del monasterio. Pasado 3 años, decide intentar de nuevo. Esta vez se embarca para Roma con su hermana Isolina. Ingresó en los cursos de Teología en el Pontificio Colegio Pio Latino Americano pensando así prepararse para el monasterio. Pero una vez más sus planes se vieron frustrados por la enfermedad: una afección pulmonar que le forzó retornar a Venezuela.
José Gregorio ya no intenta más la vida religiosa. Comprende que Dios lo llama a la vida seglar. Así que ingresa a la Orden Franciscana Seglar. Será un seglar católico muy ejemplar, sirviendo a Dios en sus hermanos desde su vocación de médico, pues así también se puede y se debe ser santo.
Muere arrollado por un automóvil, el 29 de junio 1919, en La Pastora, una calle caraqueña. Sus restos reposan en el Templo de la parroquia La Candelaria de esta ciudad, después de estar por mucho tiempo en el Cementerio General del Sur. Era la tumba más visitada de dicho cementerio.
Iglesia de la Parroquia La Candelaria |
Los venezolanos lo veneran por sus virtudes como médico y por su vocación religiosa. Por esta razón, desde hace varios años la Iglesia venezolana, inició el proceso de beatificación y canonización de José Gregorio Hernández, teniendo a la vista las virtudes que adornan a este sabio compatriota, que ya es Venerable por resolución del Vaticano.
Miles de creyentes visitan el Santuario edificado en su honor en su ciudad natal Inostú, especialmente en Semana Santa y durante el mes de octubre en conmemoración de su natalicio.
Como venezolana y creyente me uno a su causa en apoyo para que se acelere el proceso de su beatificación, son innumerables sus milagros, solo al visitar su Santuario podrán observar las cantidades de personas que llevan sus ofrendas por los favores concedidos.
Asi están las paredes del Santuario, llenas de muestras de agradecimientos por los milagros concedidos por nuestro Siervo Jose Gregorio Hernández |
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