José Félix Ribas |
Este prócer de la Independencia nacional, nace el 19 de septiembre de 1775 en la ciudad de Caracas. Fueron sus padres Don Marcos Ribas y Doña Petronila Herrera y Martínez. José Félix Ribas fue el último de once hijos de una familia distinguida de Caracas. Se casó con Doña Josefa Palacios, tía de Bolívar.
Recibió su educación en Caracas, estimulado por el ambiente religioso y por su propia familia, demostró tendencia a formar parte del clero, oficio que con el de las armas constituían entre los principales de la época. Desde temprana edad de su vida ya exhibía firmeza de carácter, un temperamento activo y fecundo, anuncio cierto y prometedor de una brillante personalidad.
Como la base de la economía a la que pertenecía Ribas era la agraria, pronto se entregó a las faenas agrícolas en las posesiones familiares, al no proseguir con su derrotada vocación sacerdotal.
Entregado a las tareas agrícolas lo sorprendió por cierto el estallido de la revolución emancipadora. Diez años antes de comenzada ésta, Ribas presenció la muerte de don José María España en la Plaza Mayor, anuncio de los grandes sucesos de 1810 y 1811. Luego de esto, el alma agitada y generosa de Ribas buscó ansiosamente un objeto a consagrar la vida, pidiendo a cielo y tierra una causa que servir.
A sus 33 años formó parte de la denominada “Agitación de los Mantuanos” originada en 1808, en donde surgió como definida figura política en esta famosa agitación revolucionaria.
Ribas se desempeñó en los campos o planos de la actividad revolucionaria siguientes: durante la Primera República su personalidad se destacó esencialmente en las áreas cívico-políticas, como se contempla en los gloriosos sucesos del 19 de abril y en los agitados debates de la Sociedad Patriótica; también como miembro de la Junta Suprema de Caracas.
En 1812, Ribas acompañó a Francisco de Miranda en una campaña contra Domingo de Monteverde. Tras la pérdida de la Primera República, se trasladó a Nueva Granada, desde donde prosiguió su lucha política unido al ejército de Simón Bolívar, el mismo que iniciaría la Campaña Admirable, en 1813.
Al finalizar la Campaña, Ribas fue nombrado Gobernador Militar de Caracas y en su intento por defender la capital de la incursión realista, tuvo que salir a dar la batalla contra Miguel Salomón, a quien venció en Vigirima. De allí siguió rumbo a Valencia y de esta ciudad a la línea del sitio en Puerto Cabello, donde tomó posesión de los fuertes de Trincherón y San Luis. En diciembre de 1813, José Félix Ribas se hizo merecedor de la Orden de Los Libertadores, recién creada por Simón Bolívar.
Plaza José Félix Ribas en La Victoria |
El 12 de febrero de 1814, en los Valles de Aragua, propiamente en La Victoria, logra reunir unos 800 o mil voluntarios entre milicianos y universitarios, con esta tropa poco experimentada logra derrotar al ejercito de Francisco Tomás Morales. Ribas le decía a todos estos jóvenes: "No podemos optar entre vencer o morir, es necesario vencer". En conmemoración a esta batalla y a la valiosa colaboración de los jóvenes estudiantes, se celebra el "Día de la Juventud" cada 12 de febrero.
Después de esta Batalla, José Félix Ribas regresó a Caracas donde enfrentó al ejército de Francisco Rosete, venciéndolo en Charallave y Ocumare del Tuy, lo cual le valió el ascenso a General en Jefe.
Bolívar fue derrotado el 15 de junio de 1814 en La Puerta por José Tomás Boves y Ribas acompañó al Libertador en lo que se conoce en la historiografía como la Emigración a Oriente.
Aunque los patriotas entraron en un clima de tensión y acusaron a Simón Bolívar de todas sus desgracias, Ribas se mantuvo en pie de guerra, y al frente del supremo ejército se aprestó a seguir la lucha en Oriente.
En diciembre de 1814, la Batalla de Urica marca el final de las intenciones patriotas por aquel momento. Días más tarde fue capturado por los realistas, que lo mataron en Tucupido. Su cabeza fue exhibida en Caracas.
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